martes, 1 de septiembre de 2020

micosis subcutaneas

 

micosis subcutaneas 


Las micosis subcutáneas son infecciones por hongos de la dermis, el tejido subcutáneo y el hueso. Los microorganismos causales residen en el suelo y en vegetación viva o en descomposición.


Epidemiología

 Las micosis subcutáneas casi siempre se contagian a través de laceraciones, traumatismos o heridas punzantes. La esporotricosis, por ejemplo, a menudo se contagia con el pinchazo de una espina. Como es de esperar, estas infecciones son más frecuentes en individuos que tienen contacto frecuente con el suelo y la vegetación y utilizan ropa protectora inadecuada. Las micosis subcutáneas no son transmisibles de persona a persona.

Importancia clínica 

Con la rara excepción de la esporotricosis, que muestra una amplia distribución geográfica en los Estados Unidos, las micosis subcutáneas habituales que se analizan a continuación se limitan a las regiones tropicales y subtropicales.


Esporotricosis. 

Esta infección, caracterizada por una úlcera granulomatosa en el sitio de la punción, puede producir lesiones secundarias a lo largo de los drenajes linfáticos. 

El microorganismo causal, Sporothrix schenckii, es un hongo dimórfico que muestra la forma de levadura en el tejido infectado  y la forma micelial en el ambiente y en el cultivo de laboratorio. 


En la mayoría de los pacientes, la enfermedad es autolimitada, pero puede persistir de forma crónica. La diseminación a sitios distantes es posible en los pacientes con deficiencias en la función de los linfocitos T (como en el síndrome de inmunodeficiencia adquirida [sida] y los linfomas). El itraconazol oral es el fármaco de elección.


Cromomicosis

También conocida como cromoblastomicosis, esta infección se caracteriza por la presencia de nódulos verrugosos que se diseminan de manera lenta a lo largo de los ganglios linfáticos y el desarrollo de abscesos costrosos.



 Los patógenos que ocasionan esta micosis incluyen varias especies de hongos pigmentados del suelo (p. ej., Phialophora y Cladosporium), y la infección es más frecuente en los trópicos. El tratamiento es complejo. La extirpación quirúrgica de las lesiones pequeñas es eficaz, pero debe realizarse con precaución y con amplios márgenes para evitar la diseminación. Las etapas más avanzadas de la enfermedad se tratan con itraconazol y terbinafina.


Micetoma (“pie de Madura” o maduromicosis).

 El micetoma aparece como un absceso localizado, en general en los pies, pero no se limita al miembro inferior.


 El absceso segrega pus, suero y sangre a través de trayectos fistulosos. La infección se puede diseminar al hueso subyacente y generar deformidades paralizantes. Los agentes patógenos son diversos hongos del suelo. Los más frecuentes son Madurella grisea y Exophiala jeanselmei. Los micetomas se parecen a las lesiones de la cromomicosis; sin embargo, la característica definitoria del micetoma es la presencia de granos coloreados, compuestos por hifas compactadas, en el exudado. El color de los granos (negro, blanco, rojo o amarillo) es característico del microorganismo causal y, por lo tanto, es útil para identificar el patógeno en particular. No existe una quimioterapia eficaz para el micetoma micótico. El tratamiento en general es la resección.


Fuentes Bibliográficas 
Lippincott Illustrated Reviews Microbiología 4ª Edición
Richard A. Harvey. PhD / pamela C. champe. PhD ( página 427-429)

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